Aunque los espectáculos de circo no sean aparentemente espectáculos violentos, en realidad para los animales son una condena a cadena perpetua y trabajos forzados, ya que sus vidas se convierten en una auténtica tortura, tanto en el escenario como fuera de él.
Los animales que los circos se han apropiado para sus espectáculos pasan la mayor parte del tiempo de sus vidas encerrados en jaulas, incluso encadenados para que no intenten huir. Completamente alejados de sus congéneres y de su hábitat natural, deben adaptarse por la fuerza al ritmo itinerante de las giras círquenses. Este ritmo de vida les supone un grave estrés que conlleva consecuencias nefastas para su salud, algo a lo cual su organismo no siempre se puede adaptar. El transporte suele realizarse por carretera en camiones, lo cual les obliga a pasar trayectos que pueden durar varios días en espacios muy reducidos, los cuales apenas les permiten moverse. Estos viajes suelen hacerse en camiones poco acondicionados, y por esta razón en muchas ocasiones deben soportar las inclemencias climáticas.
Este tipo de vida les impide desarrollar sus comportamientos naturales, lo cual les provoca un gran sufrimiento tanto físico como psicológico, y les genera una confusión que en muchas ocasiones deriva en trastornos y comportamientos anormales.
En escena vemos el resultado de un adiestramiento estricto y cruel, porque los animales deben comportarse de una manera completamente desnaturalizada, realizando actividades impropias para su especie e inclusive dolorosas para su fisiología. Algo tan insólito como felinos saltando entre aros de fuego (lo cual les causa auténtico pavor, ya que su instinto les hace alejarse del fuego) sólo se ha podido lograr porque se les ha sometido a un adiestramiento que se basa en el castigo y la coacción. En caso de que los animales no realicen los ejercicios a los cuales se les obliga, se toman medidas como la privación de agua y alimentos y, muy a menudo, se recurre a la violencia, usando látigos y otros objetos para golpearles.
EL CIRCO Y EL TRÁFICO DE ANIMALES
Los circos suelen exhibir animales salvajes como grandes reclamos de un público poco informado. Mostrar estos animales fuera de su hábitat a un público infantil no es en absoluto educativo, pues supone ver "actuar" a un animal fuera de su hábitat, y realizando comportamientos impropios y antinaturales.
Muchos circos son clientes habituales de las mafias dedicadas al tráfico de animales. Actualmente, el tráfico ilegal de animales es el segundo más importante a nivel global.
UN CIRCO SIN ANIMALES
En los países más avanzados del mundo la exhibición de animales en el circo está prohibida por Ley. Ciudades como Buenos Aires y São Paolo contemplan esta prohibición en sus ordenanzas municipales. No hay motivos para temer que la ciudad se quede sin eventos circenses. Hay muchas alternativas sin crueldad. El circo más prestigioso del Mundo es el canadiense Cirque du Soleil, el cual no utiliza animales en sus exhibiciones. El catalán Circ Cric, Premio Nacional de Circo, atorgado por la Generalitat de Catalunya, tampoco usa animales en sus exhibiciones.
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